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Mis 12 deseos para el 2021

  • Foto del escritor: d e s p e r d i g a d a s
    d e s p e r d i g a d a s
  • 30 dic 2020
  • 6 Min. de lectura

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Querido 2021: soy de las que no hace listas, al menos con regularidad.


He hecho para ir al supermercado, al viajar para no olvidar cosas (y siempre se me queda algo), recuerdo un par que usé para quemar el día del Espíritu de la Navidad, cuando tengo una entrevista periodística que amerita mucha investigación y no confío en las preguntas memorizadas; y, por supuesto, los clásicos ejercicios de caligrafía de la escuela.


El 31 de diciembre, por ejemplo, no acostumbro a listar deseos para el siguiente año. Pienso las cosas justo cuando me estoy comiendo las 12 uvas. Visualizo lo que me viene a la mente, sin tanta lógica premeditada, sin planificación.


Pero este 2020 fue tan peculiar y caótico que decidí escribir una lista de 12 deseos para el Año Nuevo.


No estoy en posición de exigirte; tienes el enorme desafío de suceder al año más dramático y complejo que yo haya vivido y sé que no es tarea fácil. Pero quiero atreverme, no a pedir, sino a declamarle al universo lo que desearía para el 2021.


Aquí te lo enumero (aunque no sigue un orden de importancia, va de lo general a lo particular, de lo más complejo a lo más simple):


  1. Salud. Parece cliché, pero nada más alejado de la realidad. Vi demasiadas recaudaciones de dinero en la plataforma GoFundMe para financiar emergencias médicas increíblemente costosas. No quiero pasar por eso.

  2. Menos coronavirus. Algunos países ya empezaron a vacunar a su población, eso es positivo. Sin embargo, aún falta para que la situación se normalice. Para que haya menos coronavirus, no es suficiente con la vacuna. También se necesita sentido común. Perdí a alguien especial por esta enfermedad, y espero que sea el único.

  3. Más sentido común. No podemos esperar que las vacunas hagan todo el trabajo. De hecho, ellas son efectivas solo después de recibir la segunda dosis (y esta se pone un mes después de la primera inyección). Conclusión: debemos mantener las medidas de bioseguridad al menos hasta cumplirse 45 días de la vacunación (con ambas dosis) y mientras gran parte de las personas hayan sido vacunadas.

  4. Criterio informativo. Todos queremos estar al día con las noticias, pero es prácticamente imposible. Cada segundo surge algo nuevo. Evitemos desinformar; es decir, no compartir cadenas de mensajes por WhatsApp o redes sociales, sobre todo si desconoces su procedencia: la inmensa mayoría son falsos. Solo porque se parece a lo que pensamos no significa que sea verdad. En este artículo hablo de eso.

  5. Paz y libertad. Ahora que tenemos muchos canales de comunicación con conocidos y desconocidos, aprovechémoslos para desperdigar amor, no para hacernos odiar con comentarios hirientes y fuera de lugar. No somos monedita de oro, ciertamente, pero tampoco propiciemos la discordia sin motivos. Hagamos algo mejor: contemplemos la belleza del entorno, dejémonos llevar por lo simple, sumerjámonos en la dicha de estar vivo, de vivir cosas que nadie más ha podido, y dejemos a los demás vivir a su manera.

  6. Viajar. Conocer lugares, sabores y personas de otras regiones es uno de mis deseos más personales para el año 2021. Recorrer el mundo o un poquito de él y poder fotografiarlo y escribirlo. Lejos o cerca, no importa; quiero explorar, salir de mi zona de confort y aprender de lo aprehendido.

  7. Confiar. No me considero ni electrón (-) ni protón (+), pero intentando ser más parecida a un neutrón (0), puedo ser capaz de anular cualquier vestigio de positividad, y la vida no puede ser así. Mejor dicho, no quiero una vida así. Le huyo a los que ven esperanza en absolutamente todo lo que les sucede, TODO, pero también rechazo a los negacionistas y esparcidores de negatividad. Aspiro un 2021 en el que pueda confiar más: en personas, en momentos, en sentimientos. Confiar sin ceguera.

  8. Leer libros. Si algo he hecho hasta la saciedad en 2020 ha sido leer, pero no precisamente libros. Estoy constantemente investigando en Internet sobre diversos temas, entrevistando a personas y leyendo todo tipo de material para escribir mis artículos; pero he descuidado las novelas, los relatos de ficción, los cuentos, las biografías, los ensayos, esos que se leen por el placer de leer, sin afán de trabajar. En 2021 espero retomarlos. Un deseo que alimenta la mente y el espíritu.

  9. Comer más sano. Intento obligarme, pero casi siempre gana la practicidad. Necesito incorporar más vegetales a mi dieta diaria, y para ello, debo aprender a cocinarlos y hacerlos sabrosos. Sé que sobran tutoriales en YouTube, solo debo proponérmelo antes de que mi cuerpo sufra las consecuencias. Sufrir de obesidad y diabetes te hace más débil frente a enfermedades como el coronavirus, además de hacerte la vida muy complicada.

  10. Hacer ejercicios. Este anhelo se relaciona con el anterior, no solo porque afecta directamente mi salud y bienestar, sino porque lo pospongo por «falta de tiempo» (y ganas, claro está). Me encantó practicar yoga y disfruté cuando hacía caminatas diarias de 30 minutos. Como decía una de mis instructoras: si das el primer paso y superas la flojera inicial, luego no querrás abandonarlo. Y tiene razón. 2021 será el año de mi salud física y mental.

  11. Amar. Aunque parezca obvio, a veces lo damos por sentado; entonces se atraviesa una pandemia que nos impide acercarnos y pegamos el grito al cielo, literal. Amar está subestimado. Creo que debemos hacerlo a lo grande, pero también amemos lo banal, aquello que nos saca una sonrisa, lo que nos motiva, eso que nos regala buenos recuerdos.

  12. Dejarme amar. Si algo me cuesta es aceptar cumplidos. Conozco mis capacidades y fortalezas, pero recibir halagos no es algo que se me da fácil. Y esa es una forma de recibir amor, por tus méritos profesionales y laborales, pero al fin y al cabo amor. Del lado personal ocurre igual: racionalizo los sentimientos y eso mata cualquier amor. Tengo que volverme más vulnerable, permitirme fisuras, ceder sin sentir que estoy perdiendo algo. Liberarme. Fluir. Dejarme amar.


Y así como plasmo mis deseos para el 2021, también voy a agradecer (algo a lo que no estoy acostumbrada), porque 2020 fue muchas cosas, pero no todas salieron mal.


Por eso, 2020, gracias por:


  1. Enseñarme que cualquier cosa puede suceder en el instante menos esperado. Un segundo basta para cambiarte los planes, el truco está en saber reaccionar a tiempo (como me dice alguien siempre: el miedo te paraliza o te hace avanzar, depende de nosotros).

  2. Visibilizar la importancia de la ciencia y la tecnología en el área de la medicina y la salud, aunque escogiste una peculiar manera de hacerlo. Fui periodista científica por más de 13 años y jamás había escuchado a tanta gente hablar de PCR, bioseguridad y muchos otros temas que ya existían, solo que eran de uso casi exclusivo de los científicos.

  3. Conservar mi empleo. Me considero afortunada, porque muchos perdieron sus trabajos debido a la situación sanitaria global, y no solo tengo empleo sino que pude ayudar a otros a superar escollos económicos.

  4. Permitirme teletrabajar desde el día uno de la cuarentena. Muchos no pudieron quedarse en casa, yo sí, y fue una poderosa barrera para evitar contagiarme de la COVID-19, ahorrar combustible y -evidentemente- descansar del traslado diario a mi oficina.

  5. Darme la oportunidad de entrevistar a gente valiosa en su campo y escribir lindos artículos. Lo gocé.

  6. Ayudarme a reforzar vínculos. Compartí con personas cercanas a mí que, de no ser por la pandemia, hubieran permanecido al margen de mi cotidianidad.

  7. Encontrar nuevas amistades, incluso de forma virtual. Las redes sociales me abrieron las puertas para conocer personas o reconocerme en ellas. Plataformas como Instagram, Twitter y LinkedIn se convirtieron en aliadas, no solo en lo profesional o laboral, sino también en lo personal, y la experiencia ha sido extraordinaria.

  8. Darme tiempo para pensar, sentir la soledad, escuchar el silencio, entender las distintas voces que conviven dentro de mí y aceptar el presente.

  9. Reconectarme con la música y acercarme a estilos alejados de mis gustos tradicionales pero que terminaron agradándome.

  10. Fortalecerme y no dejarme sucumbir ante la adversidad. Me permitiste vencer lo que a muchos derrumbó. Caí, lloré como nunca, pero salí victoriosa.

  11. Mantener a salvo a los míos, dentro y fuera del país. Gracias por regalarles alegrías, llenarlos de vivencias únicas y darles la oportunidad de cruzar tus límites rumbo al 2021.

  12. Iluminarme con desperdigadas. 2020 fue el año en el que me decidí a darle imagen y voz a este puente que creé entre mis conocimientos y habilidades profesionales y un océano de ideas esperando ser cristalizadas. Lo amo. Me llena profundamente cada publicación que hago en redes, cada texto que escribo para el blog, cada comentario que recibo, cada cliente indeciso, cada locura que invento. De eso se trata, ¿no? De sentirte feliz, y vaya que lo estoy logrando con desperdigadas.


Te espero, 2021, sin expectativas ni temor, pero con la curiosidad de saber cuán intenso serás. No me culpes. Vengo del 2020 con apenas rasguños.


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